Comparto desde el libro "LA LAY DEL AMOR" de Dr. Vicent Guillem del autor de los libros "Las Leyes Espirituales" y "La Ley del Amor".
Su página oficial es aquí.
P83-86
LAS RELACIONES CON LA INFANCIA A LA LUZ DE LA LEY DEL AMOR
¿Pero no es cierto que muchos de los adultos que maltratan a los
niños fueron ellos mismos maltratados de niños? Quiero decir que
no han tenido un buen ejemplo a seguir.
En esos casos deberían recordar lo que sintieron cuando fueron
maltratados y cómo les dolió que les trataran con desprecio y sin sensibilidad, para que así procuren no repetir con sus hijos ni con
ningún otro niño aquello que no les gustó para sí mismos. Hay
muchas personas que han recibido malos tratos, físicos o
psicológicos cuando fueron niños en mayor o menor medida,
porque en vuestro mundo todavía predomina el egoísmo en
todos los aspectos. Los que han tomado buena nota de la
experiencia vivida y se acuerdan del sufrimiento que
experimentaron procurarán intentar evitar a sus hijos y en general
a la infancia, el sufrimiento que ellos han vivido.
¿Cuáles son las alternativas para educar sin recurrir a la mano
dura?
A través del juego es la manera en que el niño aprende de
manera natural sin necesidad de obligarle. A través del juego se
le puede enseñar valores, y conocimientos de todo tipo. Si han
actuado negativamente, el primer paso es dialogar con ellos
para que tomen conciencia del acto negativo que cometieron.
Hay una pregunta muy sencilla que les puede ayudar a
reflexionar: ¿cómo te sentirías si alguien te hubiera hecho lo
mismo que tú has hecho? Por ejemplo si han pegado a otro niño
un buen argumento para inducirles a la reflexión es preguntarles
¿a ti te gusta que te peguen? Hay que fomentar el dialogo y la
reflexión en la resolución de los conflictos, ayudar al niño a que
tome conciencia, que comprenda dónde está el problema de
su actuación y ofrecerle una posibilidad de reparación del daño
realizado. En realidad hay corrientes educativas en vuestro
mundo que actúan de acuerdo con esta filosofía. Pero para eso
es necesario que el niño reciba más atención de la que
generalmente recibe.
Hay personas que opinan que la educación de ahora ha
empeorado respecto a épocas pasadas. Que ahora los niños
aprenden poco porque esos métodos educativos nuevos son
demasiado blandos y lo único que consiguen es que los niños les
tomen el pelo a los profesores y presten poca atención en clase.
¿Qué opinas de esto?
Están equivocados de cabo a rabo. Es cierto que algunas
personas, sobre todo las que tienen una forma de ser rígida y severa, parecen tener nostalgia de la educación del pasado.
Son los que suelen estar de acuerdo con el proverbio “la letra
con sangre entra”. En épocas pasadas los colegios religiosos
eran muy valorados por algunos padres porque tenían fama de
educar con “disciplina”, como Dios manda. En realidad lo que
ellos llamaban “educar con disciplina” consistía en forzar la
obediencia de los alumnos mediante el miedo, la amenaza y el
castigo físico, amargando la vida de esos alumnos, que más que
niños eran pequeños reclutas asustados de los cuales había
desaparecido del rostro todo atisbo de espontaneidad,
sensibilidad y alegría propia de la infancia. Y todo eso, además,
se hacía utilizando el nombre de Dios.
Pero esta educación, aunque es posible que consiguiera niños
más sumisos y obedientes, no conseguía niños ni más inteligentes
ni más felices, ni más libres. Estos niños que han crecido con el
miedo en el cuerpo cuando son adultos tienen muchas
carencias. Si no han superado el trauma de la infancia suelen
tener dificultades para expresar los sentimientos, una autoestima
baja y son propensos a los problemas emocionales, aunque a lo
mejor todavía recuerdan de memoria la lista de los Reyes Godos,
pues les iba la vida en ello.
También es cuestionable que los alumnos del pasado fueran más
inteligentes y mejor formados que los de la actualidad, pues
antes se hacía mucho énfasis en la memorización de contenidos
y poco en el razonamiento lógico. La idoneidad de los
contenidos educativos también eran cuestionable, los recursos
que se destinaban a la educación eran menores y el tiempo de
escolarización obligatoria también era menor. La educación
actual pretende que los niños tengan mayor capacidad de
reflexión y raciocinio, que memoricen menos y razonen más. Por
otra parte, los países que muestran mejores tasas de rendimiento
académico y menor fracaso escolar no son los que optaron por
modelos educativos basados en la disciplina, sino todo lo
contrario, los que aplican los modelos educativos progresistas.
La diferencia es que invierten más recursos humanos y materiales
en la educación que otros países. Finlandia, el país que tiene el mejor modelo educativo del mundo, es un claro ejemplo de lo
que os digo.
¿Y por qué hay padres que dicen que prefieren una educación
con más disciplina, si no es cierto que sea más eficaz?
Mira, lo que ocurre es que muchas veces el problema no lo
tienen los hijos sino los propios padres, porque muchos padres no
conocen los sentimientos de los hijos ni sus necesidades
afectivas. Padecen de ignorancia sentimental. Creen que con
alimentar los hijos, llevarles al médico cuando están enfermos,
proveerlos de lo que necesitan a nivel material y conseguir que
estudien en un buen colegio para que tengan una buena
formación lo tienen todo hecho como padres. Todavía les falta
algo fundamental, y es atender el cuidado emocional de sus
hijos. Es triste observar cómo a muchos padres les molestan sus
propios hijos y por ello no dedican tiempo a compartir con ellos
ni les expresan cariño ni comprensión. Más bien se agobian
cuando están con ellos, les irrita todo lo que hacen y no les
prestan atención. Además hay una tendencia muy común en
algunos padres de valorar a los hijos en función de sus méritos
académicos. Algunos padres sólo se preocupan de los hijos si
sacan malas notas o si se ponen enfermos.
Eso hace que los niños se sientan poco queridos e intenten
llamar la atención de los padres. Pueden utilizar como táctica
bajar su rendimiento académico porque saben que de esta
manera los padres les prestarán atención. O simplemente
sucede que los niños se sienten tan mal emocionalmente que
pierden el interés por todo, incluso por los estudios. Debido a la
ignorancia y la falta de atención hacia los hijos los padres creen
que el problema de sus hijos es que son perezosos en los estudios
y que necesitan ir a una escuela donde se imponga más
disciplina, con docentes más autoritarios que les obliguen a
estudiar más. Y el problema no está en la escuela sino en la falta
de atención por parte de los padres.
Continuará...
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