sábado, 25 de febrero de 2017

LAS RELACIONES CON LA INFANCIA A LA LUZ DE LA LEY DEL AMOR 2

Comparto desde el libro "LA LAY DEL AMOR" de Dr. Vicent Guillem del autor de los libros "Las Leyes Espirituales" y "La Ley del Amor".
Su página oficial es aquí.


P83-86

LAS RELACIONES CON LA INFANCIA A LA LUZ DE LA LEY DEL AMOR 

¿Pero no es cierto que muchos de los adultos que maltratan a los niños fueron ellos mismos maltratados de niños? Quiero decir que no han tenido un buen ejemplo a seguir. 

En esos casos deberían recordar lo que sintieron cuando fueron maltratados y cómo les dolió que les trataran con desprecio y sin sensibilidad, para que así procuren no repetir con sus hijos ni con ningún otro niño aquello que no les gustó para sí mismos. Hay muchas personas que han recibido malos tratos, físicos o psicológicos cuando fueron niños en mayor o menor medida, porque en vuestro mundo todavía predomina el egoísmo en todos los aspectos. Los que han tomado buena nota de la experiencia vivida y se acuerdan del sufrimiento que experimentaron procurarán intentar evitar a sus hijos y en general a la infancia, el sufrimiento que ellos han vivido. 

¿Cuáles son las alternativas para educar sin recurrir a la mano dura? 

A través del juego es la manera en que el niño aprende de manera natural sin necesidad de obligarle. A través del juego se le puede enseñar valores, y conocimientos de todo tipo. Si han actuado negativamente, el primer paso es dialogar con ellos para que tomen conciencia del acto negativo que cometieron. Hay una pregunta muy sencilla que les puede ayudar a reflexionar: ¿cómo te sentirías si alguien te hubiera hecho lo mismo que tú has hecho? Por ejemplo si han pegado a otro niño un buen argumento para inducirles a la reflexión es preguntarles ¿a ti te gusta que te peguen? Hay que fomentar el dialogo y la reflexión en la resolución de los conflictos, ayudar al niño a que tome conciencia, que comprenda dónde está el problema de su actuación y ofrecerle una posibilidad de reparación del daño realizado. En realidad hay corrientes educativas en vuestro mundo que actúan de acuerdo con esta filosofía. Pero para eso es necesario que el niño reciba más atención de la que generalmente recibe. 

Hay personas que opinan que la educación de ahora ha empeorado respecto a épocas pasadas. Que ahora los niños aprenden poco porque esos métodos educativos nuevos son demasiado blandos y lo único que consiguen es que los niños les tomen el pelo a los profesores y presten poca atención en clase. ¿Qué opinas de esto? 

Están equivocados de cabo a rabo. Es cierto que algunas personas, sobre todo las que tienen una forma de ser rígida y severa, parecen tener nostalgia de la educación del pasado. Son los que suelen estar de acuerdo con el proverbio “la letra con sangre entra”. En épocas pasadas los colegios religiosos eran muy valorados por algunos padres porque tenían fama de educar con “disciplina”, como Dios manda. En realidad lo que ellos llamaban “educar con disciplina” consistía en forzar la obediencia de los alumnos mediante el miedo, la amenaza y el castigo físico, amargando la vida de esos alumnos, que más que niños eran pequeños reclutas asustados de los cuales había desaparecido del rostro todo atisbo de espontaneidad, sensibilidad y alegría propia de la infancia. Y todo eso, además, se hacía utilizando el nombre de Dios. 

Pero esta educación, aunque es posible que consiguiera niños más sumisos y obedientes, no conseguía niños ni más inteligentes ni más felices, ni más libres. Estos niños que han crecido con el miedo en el cuerpo cuando son adultos tienen muchas carencias. Si no han superado el trauma de la infancia suelen tener dificultades para expresar los sentimientos, una autoestima baja y son propensos a los problemas emocionales, aunque a lo mejor todavía recuerdan de memoria la lista de los Reyes Godos, pues les iba la vida en ello. 

También es cuestionable que los alumnos del pasado fueran más inteligentes y mejor formados que los de la actualidad, pues antes se hacía mucho énfasis en la memorización de contenidos y poco en el razonamiento lógico. La idoneidad de los contenidos educativos también eran cuestionable, los recursos que se destinaban a la educación eran menores y el tiempo de escolarización obligatoria también era menor. La educación actual pretende que los niños tengan mayor capacidad de reflexión y raciocinio, que memoricen menos y razonen más. Por otra parte, los países que muestran mejores tasas de rendimiento académico y menor fracaso escolar no son los que optaron por modelos educativos basados en la disciplina, sino todo lo contrario, los que aplican los modelos educativos progresistas. La diferencia es que invierten más recursos humanos y materiales en la educación que otros países. Finlandia, el país que tiene el mejor modelo educativo del mundo, es un claro ejemplo de lo que os digo. 

¿Y por qué hay padres que dicen que prefieren una educación con más disciplina, si no es cierto que sea más eficaz? 

Mira, lo que ocurre es que muchas veces el problema no lo tienen los hijos sino los propios padres, porque muchos padres no conocen los sentimientos de los hijos ni sus necesidades afectivas. Padecen de ignorancia sentimental. Creen que con alimentar los hijos, llevarles al médico cuando están enfermos, proveerlos de lo que necesitan a nivel material y conseguir que estudien en un buen colegio para que tengan una buena formación lo tienen todo hecho como padres. Todavía les falta algo fundamental, y es atender el cuidado emocional de sus hijos. Es triste observar cómo a muchos padres les molestan sus propios hijos y por ello no dedican tiempo a compartir con ellos ni les expresan cariño ni comprensión. Más bien se agobian cuando están con ellos, les irrita todo lo que hacen y no les prestan atención. Además hay una tendencia muy común en algunos padres de valorar a los hijos en función de sus méritos académicos. Algunos padres sólo se preocupan de los hijos si sacan malas notas o si se ponen enfermos. 

Eso hace que los niños se sientan poco queridos e intenten llamar la atención de los padres. Pueden utilizar como táctica bajar su rendimiento académico porque saben que de esta manera los padres les prestarán atención. O simplemente sucede que los niños se sienten tan mal emocionalmente que pierden el interés por todo, incluso por los estudios. Debido a la ignorancia y la falta de atención hacia los hijos los padres creen que el problema de sus hijos es que son perezosos en los estudios y que necesitan ir a una escuela donde se imponga más disciplina, con docentes más autoritarios que les obliguen a estudiar más. Y el problema no está en la escuela sino en la falta de atención por parte de los padres. 

Continuará...


Si quieren leer directamente el libro "LA LAY DEL AMOR" y "Las Leys Esprituales", pueden descargarlo en gratis,
Y el itinerario de la charla está en su página oficial.

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